Casi todos cuando nos marcamos objetivos lo hacemos pensando en ciclos anuales, es decir en períodos de 12 meses.
A menudo, esto sucede en enero, aprovechando el cambio de año o en septiembre, cuando comienza un nuevo ciclo escolar.
Es lo que se conoce como “pensamiento anualizado”.
Ponerse objetivos anuales está bien. Es mucho mejor que no marcarse objetivos, por supuesto. La cuestión es que para muchas personas esta forma de hacerlo sigue sin funcionar.
El problema es que, al disponer de un plazo de tiempo tan largo, perdemos el sentido de la urgencia. Así que, nos relajamos. Pensamos que tenemos todavía mucho tiempo para conseguir ese objetivo, así que vamos posponiendo empezar.
Y para cuando nos damos cuenta ya ha acabado el año. Y volvemos a marcarnos los mismos objetivos año tras año, sin cabar de conseguir lo que nos hemos propuesto.
Yo hoy te traigo una propuesta para hacer las cosas de otra manera. Se trata de conseguir en 12 semanas más de lo que la mayoría consiguen en 12 meses. ¿Te imaginas que al fin consigues ese objetivo que has ido posponiendo una y otra vez? ¿Y en solo 12 semanas?
Sigue leyendo y lo comprobarás.
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Conseguir un objetivo en 12 semanas
Hace 3 años llegó a mi vida un libro que me marcó. Apareció en el momento adecuado. Yo había iniciado un proyecto y me había marcado un reto de 90 días. Y había fracasado completamente en mi objetivo principal. Había conseguido algunos logros, pero no el objetivo que podía marcar un antes y un después en ese proyecto.
Y me sentía perdida, sin comprender qué había fallado. Hasta que llegó el libro “The 12 Week Year”. El planteamiento principal de este libro consistía en redefinir un año en 12 semanas. Y propone un método para lograr en esas 12 semanas más de lo que muchos logran en 12 meses.
Este libro me ayudó a entender en qué había estado fallando hasta entonces, por qué lograba resultados, pero no en lo que realmente era más importante para impulsar ese proyecto que había iniciado con el objetivo de crear un estilo de vida libre.
Y, sobre todo, este libro me ayudó a crear y aplicar mi propio método para lograr objetivos transformadores en solo 12 semanas.
En este episodio no te voy a ofrecer un resumen del libro, sino que te voy a explicar cómo aplico yo misma mi propio método, después de llevar más de 2 años creando y ejecutando planes de acción de 12 semanas yo misma y mentorizando y acompañando a otras personas a hacer lo mismo.
¿Por qué 12 semanas en lugar de 12 meses?
Durante mi carrera profesional trabajé en varios departamentos de ventas. Siempre, en todas las empresas, sucedía un fenómeno curioso. El último trimestre del año era en el que se producían más ventas. De alguna manera, las últimas semanas del año eran las que a menudo resultaban más efectivas a nivel de ventas.
Y es que no hay como tener una fecha límite para estar motivado.
Esto sucede siempre así… Yo recuerdo cuando era estudiante, por ejemplo, que la motivación de tener exámenes o entregar trabajos nos impulsaba a tomar acción de forma masiva en pocos días.
Y lo mismo sucede también con nuestros objetivos. 12 meses es un período de tiempo demasiado largo para sentir la urgencia de la acción. Por eso, a menudo fallamos en nuestros planes a 12 meses.
Pero, si en lugar de 12 meses, te planteas tus objetivos en 12 semanas cada día tienes que concentrarte en actividades clave. No hay espacio a la procastinación.
Un enfoque a 12 semanas te obliga a concentrarte en las acciones más importantes, las que van a marcar la diferencia para lograr tus objetivos. Además, resulta mucho más sencillo mantener la constancia durante 12 semanas que durante 12 meses. Es un plazo más fácil de abarcar mentalmente.
Y por último, contar con plazos de 12 semanas te ayuda a mantener el control de tu tiempo. Porque si no tienes control sobre tu tiempo, no tienes control sobre tus resultados.
¿Cómo llevar a cabo un plan de acción de 12 semanas para alcanzar un objetivo?
Conectar con una visión más amplia.
Siempre que nos marquemos objetivos deben estar alineados con nuestra visión a largo plazo, es decir, con la vida que nos gustaría llevar.
Así que, lo primero es tener clara cuál es nuestra visión a largo plazo, es decir, qué queremos tener en cada una de las áreas de nuestra vida.
Hacer cambios no es fácil. La mayoría de la gente fracasa a la hora de alcanzar objetivos porque el precio que hay que pagar es alto. Y es el precio de la comodidad. Supone romper con viejos hábitos, pensamientos y sistemas…
Por eso, es necesario contar con una visión poderosa que te aporte el foco, la dirección y el impulso que necesitas para alcanzar los resultados que buscas.
¿Y cómo saber cuál esa visión?
Te comparto un ejercicio que he incluido en el 12S Focus Action Planner, que es el planificador que yo he diseñado para aplicar este método de 12 semanas.
Se trata de construir una visión a largo plazo, por ejemplo, a 5 ó 10 años.
Lo que debes hacer es responder cómo te gustaría estar en cada una de las áreas de tu vida en ese período de tiempo. Si te cuesta verlo, una manera que yo utilizo es pensar cómo sería un día ideal para mí y a partir de ahí creo esa visión a 5 años. Concreto cómo me gustaría estar en cada una de las áreas de mi vida.
Una vez que tengas esa visión a largo plazo, debes tratar de llevarla a 1 año. ¿Cómo te gustaría estar en 1 año para sentir que has avanzado hacia esa vida ideal que quieres crear? ¿Y en 6 meses?
Como te digo, en el 12S Focus Action Planner, tienes un ejercicio que te va a ir guiando paso a paso para responder a estas cuestiones y te ayudará a concretar esa visión.
Si no tienes tu 12S Focus Action Planner, simplemente puedes coger una libreta y escribir cómo te gustaría que fuese tu vida en cada una de las áreas: salud, finanzas, estilo de vida, profesión, desarrollo personal, relaciones personales y familia.
Hazlo primero a 5 años, después 1 año y finalmente 6 meses.
Hacer este ejercicio te va a ayudar a dar el siguiente paso que es definir tu objetivo estrella.
Definir un objetivo estrella para las próximas 12 semanas
A menudo algo que nos paraliza es no saber por dónde empezar.
Por un lado, tenemos esa visión de nuestra vida ideal y, por otro lado, tenemos la vida que actualmente llevamos.
Lo más habitual es que necesitemos implementar cambios en varias áreas de nuestra vida para materializar esa vida que queremos.
¿Y por dónde empezamos?
Un error común es tratar de abordar demasiados cambios a la vez. Es lo que sucede, por ejemplo, con los propósitos de año nuevo. No nos gusta nuestra vida tal y como está y nos proponemos cambiar todo junto: adelgazar, dejar de fumar, ahorrar, escribir un libro…
Queremos hacer cambios en casi todas las áreas de nuestra vida. Y así nos desbordamos, nos bloqueamos y acabamos fallando en ese proceso de cambio que nos gustaría llevar a cabo.
El ejercicio que yo te propongo es que valores cada una de las áreas de tu vida por separado. Ya sabes qué es lo que te gustaría alcanzar en esa área concreta. Ahora solo debes valorar cómo te encuentras actualmente respecto de ese ideal.
Valora del 1 al 10 cómo te encuentras actualmente en cada una de las áreas de tu vida respecto de tu ideal.
Cuando tengas todas, fíjate en cuáles tienes menos puntuación. Tal vez son las finanzas o la salud… A partir de ahí, decide en qué área de tu vida te vas a centrar y define un objetivo, algo que quieras lograr en esa área de tu vida para acercarte al ideal que has definido previamente.
Si, por ejemplo, son tus finanzas el área más débil en este momento. Si tu ideal es tener una mayor independencia económica, pero hasta el momento apenas consigues ahorrar, tal vez un objetivo que te puedes plantear es “crear un fondo de seguridad de x cantidad de dinero”.
Ese sería un paso que te acercaría a esa visión.
Mi recomendación es que te marques un objetivo concreto, que te rete, pero que seas capaz de alcanzar. Un solo objetivo para estas 12 semanas con el que consigas un cambio sustancial en tu vida, con el que consigas avanzar realmente a ese ideal de vida que has definido.
¿Por qué un solo objetivo? Porque de esta manera vas a estar más enfocado y vas a conseguir la intensidad que necesitas para avanzar y lograr resultados .
Elevar un área de tu vida, esa que ha presentado mayor resistencia, va a influir, además, en todas las demás. Las distintas áreas de nuestra vida no son independientes, sino que están relacionadas entre sí.
Por ejemplo, si no sientes control sobre tus finanzas, si no tienes la seguridad que te gustaría, estoy convencida de que esto afecta a otras áreas de tu vida como la familia, tu estilo de vida o tu salud, por ejemplo…
Si mejoras esta área todo lo demás mejorará.
Formula tu objetivo en presente y con una frase muy clara y concreta sobre eso que quieres lograr “En 12 semanas tengo con un fondo de seguridad de 6.000 €.
Mi primer plan de 12 semanas consistió en crear y lanzar este podcast, por ejemplo. En situarlo entre los podcast sobre desarrollo personal más escuchados en los países de habla hispana. Ese fue un solo objetivo en un área muy concreta. Pero alcanzar ese objetivo ha tenido una gran repercusión en todo mi vida y ha afectado a las demás áreas de mi vida. La idea es esta.
Define un objetivo que vaya a impactar de forma positiva en tu vida, que realmente te ayude a avanzar hacia la vida de tus sueños.
Crea un plan de acción para lograr tu objetivo
Una vez que ya sabes dónde quieres estar en 12 semanas solo te queda definir cómo vas a llegar ahí. Debes ser capaz de conectar tu visión con tus acciones diarias.
Y esto es mejor hacerlo con una lluvia de ideas. Yo lo hago a través de mapas mentales. El objetivo de este ejercicio es que vuelques todas tus ideas respecto de cómo lograr ese objetivo.
Solo necesitas una hoja en blanco. En el centro de esa hoja escribes el objetivo que quieres lograr. A partir de ahí anotas las ideas que tienes para lograr ese objetivo.
Una manera como lo vengo yo haciendo en el último año es determinar cuáles son los resultados clave que debo lograr para alcanzar un objetivo en 12 semanas.
Se trata de marcar una serie de hitos que nos indiquen si estamos yendo en la dirección adecuada. Por ejemplo, en el caso que hemos expuesto anteriormente, si queremos crear un fondo de seguridad de 6.000 € en 12 semanas, un hito podría ser reducir los gastos un 40%.
Otro resultado clave podría ser crear un infoproducto en ese período de tiempo para tener una nueva fuente de ingresos.
Una vez que tengas definidos esos resultados clave, debes determinar qué acciones son clave para lograrlos. Por ejemplo, registrar diariamente tus gastos y volcarlos en tu excel 1 vez a la semana o dedicar 1 hora todos los días a primera hora de la mañana a crear ese infoproducto.
Puedes ir haciendo un primer borrador y después retocarlo. No tiene que ser perfecto. Simplemente se trata de volcar todo lo que se te ocurre hacer para lograr ese objetivo.
Una vez que has volcado todas tus ideas, debes seleccionar aquellas que crees que van a tener un mayor impacto para alcanzar tu objetivo y las vas a formular de la manera adecuada para configurar un plan de acción.
Y para hacerlo es necesario que indiques qué vas a hacer y cuándo lo vas a hacer.
Yo lo separo en períodos de 4 semanas. Y determino cuál va a ser mi foco en cada uno de esos períodos. Por ejemplo, si decido que controlar mis gastos es necesario para crear ese fondo de seguridad, podría decidir “Crear un excel de control de gastos y revisar mis gastos cada semana durante la semana 1 a la 4.
O incluso, “Buscar un libro o un curso sobre finanzas personales para mejorar mi gestión financiera durante la semana 1 a la 4…
Y así con todas las acciones. Ahora debes ordenarlas y definir cuándo vas a hacerlas.
En este sentido, debes distinguir 2 tipos de tareas: las tareas de logro y las tareas de hábito.
Te pongo un ejemplo. Leer un libro de finanzas personales durante la semana 1 sería una tarea de logro, pero leer durante media hora cada día un libro de finanzas personales sería una tarea de hábito.
Así, ya tendrás configurado tu plan de acción para las próximas 12 semanas. Ya tendrás claro qué quieres conseguir, qué vas a hacer para conseguirlo y cuándo lo harás.
Un truco que me gusta y hace poco que aplico es ponerle un nombre a mi plan. Por ejemplo, mi plan para crear mi primer infoproducto o mi plan para ponerme fuertaca…
Comprométete con tu plan.
Tener un elevado nivel de compromiso con tu plan es clave para lograr el resultado que deseas. Se trata de una decisión consciente.
En el paso anterior hemos definido qué acciones resultan claves para lograr tus objetivos. Seguro que todas son importantes, pero probablemente algunas condicionan a todas las demás. Estas son las tareas o acciones que debes etiquetar como “no negociables”.
Te pongo un ejemplo. Si yo decido que es básico para cumplir mi objetivo trabajar cada día a primera hora de la mañana durante 1 hora en mi proyecto, levantarme una hora antes debe ser una acción no negociable. Si no lo hago no podré avanzar.
¿Por qué no negociable? Porque todos tenemos una mente que negocia constantemente con nosotros.
Te levantas por la mañana y piensas que esa tarde vas a ir al gimnasio. Lo has decidido y estás muy motivado. Por la tarde, sientes que estás algo cansado después de un duro día de trabajo, aún por encima empieza a llover y ahí entra tu mente negociadora… “Si es mejor que no vayas, no has traído paraguas, te vas a mojar y pillarás un resfriado. Vete mejor para casa y tómate una infusión calentita mientras ves un episodio de esa serie que tanto te gusta. Te lo mereces después de un día tan duro…”
Y ya estás perdido. No irás al gimnasio. Porque tu mente ha negociado las ventajas de no hacerlo.
A mí me pasaba esto, por ejemplo, con la carne. Hacía años que no me sentía a gusto comiendo carne. Y decía que no iba a comer carne, pero si iba a casa de alguien y tenía carne, la comía. O si en el menú del restaurante había un plato apetecible de carne, lo comía. Y de esta manera no era capaz de dejar de comer carne de forma definitiva. Hasta que un día decidí que yo ya no comía carne. Nunca más. Y dejó de ser negociable para mí. Comer carne ya no era una opción. Y todo fue más sencillo.
Cuando estableces normas y determinas qué acciones ya no son negociables para ti todo es mucho más sencillo.
Piensa cuáles de esos hábitos o tareas vas a definir como no negociables y anótalo en tu cuaderno o tu planificador si lo tienes.
Haz un seguimiento de tu plan .
El plan solo funcionará si lo llevas a cabo. Aunque esto parezca muy obvio, en este punto es donde fallan la mayoría de las personas. Definen su objetivo, crean su plan y no hacen un seguimiento… Entonces, dejan de hacer lo que se habían propuesto y ese plan poco a poco se va apagando hasta que se diluye …
Para evitar que suceda esto, es necesario establecer una serie de mecanismos de control.
El primero, sería hacer una planificación semanal. Al inicio de cada semana, debes crear un plan semanal en el que reflejes todas las acciones clave que quieres llevar a cabo esa semana, así como los resultados clave que te gustaría lograr.
Un plan de acción semanal es una herramienta muy poderosa, ya que te permite trasladar tu plan de 12 semanas a acciones semanales y diarias, que resultan mucho más fácil manejar y abarcar.
Si has hecho correctamente tu plan de 12 semanas y has indicado cuando debes llevar a cabo cada unas de las acciones, crear tu plan de acción semanal será algo sencillo. Solo tendrás que derivar las acciones que previamente ya habías definido.
Este plan de acción semanal se convertirá en el mapa que te guíe en tus acciones diarias. Te impulsará a centrarte en las tareas más importantes cada día de la semana, en lugar de abordar tareas que no van a impactar en tus resultados.
Es importante que al final de cada semana hagas un ejercicio de reflexión. En este ejercicio debes ser capaz de valorar tu semana. Qué ha ido bien y qué podría haber ido mejor . Para eso, es importante que evalúes tu nivel de ejecución, es decir, cuántas de las tareas que te habías marcado has conseguido llevar a cabo. Lo ideal es que el nivel de ejecución sea de un 80% o superior.
Si no llegas a este porcentaje plantéate qué podrías hacer de otra manera para mejorarlo la próxima semana. Tal vez introducir o eliminar algún hábito.
Además de hacer un seguimiento semanal, también es importante hacer una reflexión diaria. Se trata de dedicar 5 minutos a primera hora de la mañana para definir las 3 tareas que vas a realizar ese día para acercarte a tu objetivo. Al final del día necesitarás otros 5 minutos para reflexionar acerca de tus avances ese día y de las dificultades que hayas podido encontrarte para cumplir lo que te habías propuesto .
Mide tu avance
La medición impulsa la ejecución. Para crear tus mejores resultados debes medir los avances en tu plan de 12 semanas diaria, semanal y mensualmente. Si no mides, no tendrás capacidad de reaccionar a tiempo si tu plan no está funcionando correctamente.
Para medir, el primer paso es que definas las métricas adecuadas.
Cuando definiste tu plan determinaste acciones clave y resultados clave. Debes establecer unas métricas que te permitan valorar tu avance en ambos indicadores.
Por ejemplo, si quieres bajar de peso, una forma de conocer tu avance en ese objetivo podría ser medir las horas que dedicas a hacer deporte durante la semana. Esto sería una métrica en relación con las acciones clave.
Si quieres medir tu avance en relación a los resultados clave, una forma de conocerlo podría ser medir el peso que has perdido a lo largo de ese misma semana, por ejemplo.
Si haces un seguimiento de estos indicadores cada semana podrás determinar si estás en el camino de alcanzar o de no alcanzar sus objetivos.
Revisar tus resultados y tus acciones cada semana te permitirá saber si tu plan de acción está funcionando y, en caso de que no lo haga, estarás a tiempo de cambiarlo.
Saca más partido a tu tiempo
Uno de los grandes errores que cometemos la mayor parte de las personas es querer hacerlo todo. Cuando te marcas un plan de acción de alta intensidad como es el que te propongo hoy, si quieres ver resultados es clave que definas cuáles son las cosas realmente importantes que debes hacer, cuáles son esas que van a incidir más en tus resultados.
Crea bloques de tiempo para hacer esas cosas importantes. No busques el momento, créalo. A menudo esas cosas importantes son las que más nos cuesta hacer, por eso no encontramos el momento.
Las personas que ganan un millón de euros no trabajan 10 veces más duro que las que ganan cien mil euros. Simplemente han desarrollado una capacidad para hacer más tareas que impactan en sus resultados y menos de las que no les aportan resultados.
Si controlas tu tiempo, controlarás tus resultados.
Y esta hoy es mi propuesta para ti hoy.
Este año no está siendo fácil para nadie…
Está siendo un año lleno de retos, un año que nos está poniendo a prueba a todos en muchos sentidos.
Es posible que hayas tenido planes y te hayas marcado objetivos para este año, y luego surgió el covid-19.
Y lo ha descontrolado todo, nada ha sucedido como nos habíamos imaginado…
Pero lo que distingue a las personas que alcanzan lo que se proponen no es lo que les sucede …
…sino cómo reaccionan a lo que les sucede.
Todos nos enfrentamos a crisis y desafíos. Todos en diferentes momentos de nuestra vida.
Lo que distingue a las personas que lo logran de las que no lo hacen no es la ausencia de retos, sino su respuesta ante esos retos.
Cuando nos encontramos con un obstáculo, como es la pandemia de covid-19, lo más fácil es quejarse de la mala suerte que hemos tenido o de la mala gestión de los políticos.
Pero esto no va a mejorar tu vida. Esto simplemente va a ayudarte a justificar el no hacer nada y tirar la toalla.
Hoy más que nunca resulta crítico tener la mentalidad correcta.
Lograr tus objetivos es una combinación de pensamiento y acciones. Si el pensamiento no está alineado con tus objetivos y no es productivo, no hay forma de que tus acciones lo sean.
Lograr el éxito en lo que haces va a depender en gran medida de la mentalidad con la que afrontes las dificultades que surgen en el camino.
Muchos a mi alrededor desean que este año termine lo antes posible. Están deseando a que comience un nuevo año para darse una oportunidad. Si te identificas con este pensamiento, quiero desafiarte a que te des hoy una oportunidad y que te comprometas a acabar este año con fuerza.
Estamos atravesando todos un invierno. Puede ser más duro para algunos que para otros. Lo que es cierto es que ningún invierno dura eternamente. Algún día llegará la primavera, cuando menos te lo esperes surgirá una oportunidad en tu vida y cómo hayas actuado ahora será determinante para que estés preparado para aprovechar esta primavera.
Si tienes tu 12S Focus Action Planner y aún no has sido capaz de sacarle partido espero que el contenido que he compartido en este episodio te ayuda a hacerlo. Si aún no lo tienes, puedes comprarlo en la web focusactionplanner.com. Este planificador te permitira aplicar de forma sencilla ,paso a paso, el método para lograr un objetivo en 12 semanas que hoy te he explicado.
Sea como sea, te invito a que tomes acción en dirección a la vida que quieres tener porque lo que hagas hoy determinará dónde estarás mañana.
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