En febrero de 2018, hace ahora justo un año, decidí iniciar esta aventura de emprender y compartir mi camino contigo a través de este podcast.
Lo hice siguiendo una fuerte intuición. Durante años el miedo había conseguido acallar esa voz, pero finalmente el año pasado decidí dejar de lado mis miedos y hacer caso a esa voz interior que me gritaba que lo hiciese, que crease un podcast y que simplemente relatase mi experiencia.
¿Tenía clarísimo de que hablar? No ¿Tenía un calendario editorial con los contenidos? No ¿Iba a ser una historia de éxito? No lo podía garantizar. En ese momento simplemente iba a relatar mi experiencia y eso se iba a construir dando un paso cada día. Así que, yo no sabía cómo se acabaría esta historia…
Lo único en lo que tenía una completa certeza es que iba a hacer todo lo posible porque este proyecto saliese adelante.
Porque después de años de estar completamente perdida, al fin sentía que estaba donde tenía que estar, que estaba en el lugar adecuado.
Y ha sido un año intenso, de grandes aprendizajes, de subidas y bajadas, de caerme y levantarme, de sembrar y recoger también.
Después de un año, he decidido hacer balance, reflexionar acerca de todo lo que me ha sucedido, sobre mis aciertos y mis errores, sobre los resultados y los nuevos proyectos de mi negocio, porque sí, al fin ya puedo decir que tengo un negocio. Y me gustaría compartirlo contigo que me has acompañado desde el principio, o contigo que te has unido a este viaje a mitad del camino y también contigo si me acabas de descubrir.
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Índice de contenidos
- ¿Por qué es tan importante mirar hacia atrás y reflexionar sobre lo sucedido?
- Mis principales aciertos
- 1. Delegar las tareas en las que no aporto valor y centrarme en mi potencial.
- 2. Asistir a eventos presenciales con emprendedores
- 3. Crear un entorno favorable.
- 4. Invertir en mi crecimiento a través de mentorías y formación
- 5. El punto decisivo: creer en mí.
- 6. Dar lo mejor de mí, entregar valor sin condicionarlo a recibir nada a cambio
- Mis principales errores
- ¿Cómo rompí la barrera que me estaba frenando y cómo afectó a mis resultados?
- ¿Cuáles son los resultados después de un año, te estarás preguntando?
¿Por qué es tan importante mirar hacia atrás y reflexionar sobre lo sucedido?
A veces mirar atrás no es fácil. Sentarte, recordar y hacer balance parece incluso una pérdida de tiempo. Pero creo que de este tipo de reflexiones podemos sacar grandes aprendizajes .
Con el paso del tiempo cogemos una perspectiva que a veces resulta necesaria para entender ciertas cosas que nos han pasado. Ver las cosas desde la distancia nos ayuda a dar sentido a lo que nos ha sucedido e hilar incluso acontecimientos que, en principio, pareciese que no estuviesen conectados.
Y es lo que voy a tratar de hacer hoy yo, compartir esta reflexión contigo para que entendamos este proceso que me ha llevado a estar hoy en una situación muy diferente a la que estaba hace un año cuando grabé y publiqué el primer episodio del podcast.
Mis principales aciertos
1. Delegar las tareas en las que no aporto valor y centrarme en mi potencial.
Y es que recuerdo aquel inicio de año con una sensación un tanto caótica. Por distintos errores técnicos el lanzamiento del podcast se fue retrasando más de lo que me gustaría. Reconozco que la parte técnica es algo que a veces me desespera y, además, que no es mi fuerte. Así que, decidí delegarlo todo en Diego Barrales, que es la persona que me ha ayudado desde el principio en la parte técnica tanto del podcast como de la web. Me gustaría aprovechar para darle las gracias a Diego por estar siempre ahí.
Y este creo que fue el primer gran acierto: delegar aquellas áreas en las que no aporto valor y centrar mis acciones en las tareas en las que tengo un mayor potencial.
2. Asistir a eventos presenciales con emprendedores
Además, otra de las cosas que creo que me ayudó mucho fue salir de la cueva. A menudo, los emprendedores digitales nos pasamos horas solos, centrados en nuestros proyectos en casa, sin relacionarnos físicamente con otros emprendedores.
En mi crecimiento, sin duda, marcó un antes y un después asistir a eventos presenciales, en los que me relacioné con gente que, al igual que yo, tiene negocios digitales. Recuerdo el primer evento al que asistí. Hace años que seguía a Alejandro Novás. Había visto su trayectoria desde su inicios y me parecía una persona muy inspiradora. A principios de año, me enteré que en enero iba a estar en Vigo en un congreso de emprendedores digitales. Me puse en contacto con él y allí me fui.
No conocía a nadie. Me sentía un poco fuera de lugar porque el evento duraba 3 días y yo fui el último día. Pero seguí la técnica de Mel Robbins “5,4,3,2,1” y así me atreví a presentarme a varios de los ponentes, entre ellos, por supuesto, Alejandro Novás.
Volví con las pilas cargadas. Y me di cuenta de lo importante que era salir de la zona de confort y asistir a este tipo de eventos. Así que, en febrero, junto a mi marido, me fui a Madrid al evento “Wake Up Call” de Alfio Bardolla, en junio al evento de Alejandro Novás “Digital Lifestyle” en Madrid, donde pude conocer y cenar, entre otros, con emprendedoras como Marielys Ávila o Ana Jiménez.
Y ya en septiembre, di mi primera charla como emprendedora en mi ciudad, y asistí a la primera Wordcamp de Pontevedra, donde pude conocer a personas como Paula Rivera, que se ha convertido en una amiga y asesora , a Ana Belén, que hoy es alumna de mi Programa de Mentoría grupal, a Juan, uno de los organizadores de la la Wordcamp y a Julio, quien me dio la posibilidad de compartir mi historia.
Y, sobre todo, este evento me sirvió para darme cuenta de que a mi alrededor sí hay un montón de emprendedores, que están dispuestos a apoyarse. Así que, a partir de ese momento trato de no perderme ni una de las meetups que se celebran cada mes. Tanto si estás emprendiendo como si quieres hacerlo, te recomiendo que busques un grupo de gente con tus mismas inquietudes porque resulta fundamental rodearte de gente que te haga crecer.
3. Crear un entorno favorable.
Así que, este fue otro de mis grandes aciertos: buscar un entorno de gente emprendedora, con mis mismas inquietudes. Al principio, lo hice online, participando en un mastermind y finalmente en mi propia ciudad.
Puede parecer una cuestión de suerte, pero créeme que no es así. Si yo no hubiese creado el podcast, Julio no me hubiese conocido y no me hubiese invitado a dar esta charla y no hubiese descubierto a todas estas personas de las que te hablo.
Esta suerte se genera con la acción. ¡No te olvides!
4. Invertir en mi crecimiento a través de mentorías y formación
Invertir en mi crecimiento, fue sin lugar a dudas otro de mis mayores aciertos. Antes de comenzar este proyecto, yo tuve claro que lo que quería montar era un negocio. Y si quieres tener un negocio tienes que invertir: tiempo y dinero.
Y la mejor inversión para mi ha sido en mi propio crecimiento porque si tu no creces tu negocio tampoco lo hará. Antes de iniciar este proyecto, yo , bueno, nosotros (mi marido y yo) creamos un presupuesto. ¿Cómo lo hice? Durante meses, antes de dejar mi trabajo, impartí formaciones fuera de mi empleo que me permitieron ganar un dinero extra.
Guardé este dinero y lo invertí en mi crecimiento: primero con Gloria Méndez como coach y después con Álvaro López, como mi mentor. Además, de todos los eventos que te he contado antes.
En total, entre mi marido y yo invertimos cerca de 5.000 € en mentores, formaciones y eventos.
Este fue uno de los motivos por los que el pasado año no fuimos de vacaciones, porque decidimos en ese momento hacer lo difícil para tener una vida más fácil con el paso de los años.
Porque créeme que no es fácil decir que no cuando tus amigos te proponen irte de viaje, cuando ves que los demás se van de vacaciones y tú te quedas, no es fácil ir a contracorriente, hacer todo lo contrario a lo que hace la gente a tu alrededor, no es fácil seguir creyendo cuando trabajas y trabajas pero los resultados no se materializan, cuando les tienes que explicar a tus hijos que sus papás han decidido tomar otro camino, que requiere pasarse fines de semana sin ellos, encerrados en un palacio de congresos o en un hotel para formarte.
Para mi el apoyo de mi marido ha sido fundamental en este camino. Él siempre ha creído en este cambio de vida y ha asumido el precio que hemos tenido que pagar sin un solo reproche, apostando siempre por mí, sin dejar de creer, ayudándome a levantarme cuando me caía, asumiendo un mayor peso e incluso sacrificando su estilo de vida. Y, en este sentido, sí que me siento muy afortunada. Y aprovecho para darle las gracias, gracias cariño por tu apoyo.
Su apoyo, como digo, ha sido fundamental.
5. El punto decisivo: creer en mí.
Pero hay un punto decisivo: creer en ti. Hagas lo que hagas, nunca dejes de creer en ti. Yo no he sido una persona “super segura”. De hecho, os voy a contar algo que nunca había contado. En mi primer empleo, recién licenciada, me tuve que enfrentar a un jefe que minó mi autoestima, un jefe que me ridiculizaba delante de mis compañeros cuando cometía un error, que se reía de mi y de mis compañeros, que nos repetía cada día “¿Pero qué os enseñan en la universidad? No tenéis ni puta idea”… ¿Te imaginas cómo marca esto tu trayectoria profesional? Sufrir este acoso con solo 24 años, en tu primer empleo…
Pero cuando empecé este proyecto me empoderé, decidí superar esta barrera que me había estado limitando todos estos años, decidí no escuchar las críticas e incluso decidí no escuchar a mis propios miedos y esa voz que me hacía dudar.
Decidí que me iba a dar la oportunidad que me merecía, que iba a apostar por mí y creí, de verdad, creí cuando grabé un episodio tras otro, sin resultados, cuando había gente que me decía que no era muy natural, seguí creyendo cuando surgió el milagro a partir del episodio 7, cuando pasé de 45 escuchas diarias a más de 1.500, seguí creyendo cuando fracasé en mi plan de 12 semanas
¿Y sabes por qué? Porque cada noche, antes de dormirme yo me situaba mentalmente en el estado emocional de haberlo logrado. Fuera los resultados no estaban, pero sí dentro de mí. Y yo los podía sentir, visualizar… Y esto me daba seguridad y la certeza de que solo debía seguir porque algún día todo se materializaría.
¿He dudado en este camino? Claro ¿He cometido errores? Muchos ¿Me he venido abajo? Sí, por supuesto. Pero nunca, nunca he dejado de creer en mí. Y en el momento que dudaba, buscaba la manera de recuperar ese estado emocional del logro y creo que esta es una de las claves para poder seguir. La fe y la confianza.
Porque esta es la fuerza que necesitas para dar un paso cada día, para levantarte cuando te caes, para seguir cuando todo se vuelve en contra.
Y este año me he preocupado mucho de crear y mantener este estado mental. Para hacerlo, he leído libros, he visto vídeos y he escuchado audios que me potenciaban. Pero también he tenido que alejarme de gente y mensajes negativos porque yo sabía que no era lo que necesitaba mi cabeza en ese momento.
De hecho, ha sido un año en el que mi círculo social, bueno, nuestro círculo social se ha cerrado muchísimo. Nosotros siempre hemos tenido un gran círculo de amigos, pero este último año, muchos de estos amigos se han alejado. Y es que cuando tú cambias, tu entorno empieza a cambiar. Se queda la gente que realmente sintoniza contigo, pero otros desaparecen para dar paso a nueva gente que te encuentras en el camino. Al menos, esto ha sido lo que nos ha sucedido a nosotros en este último año.
6. Dar lo mejor de mí, entregar valor sin condicionarlo a recibir nada a cambio
Otro de los puntos que creo que han sido fundamentales o que, al menos, creo que me han funcionado ha sido dar lo mejor de mí, entregar valor sin condicionarlo a recibir nada a cambio, con desapego. Yo he confiado en el proceso y he pensado que si yo me centraba en aportar valor, enfocándome en facilitar las soluciones que a mí me han ayudado, los resultados llegarían. Y han llegado, pero no ha sido ni rápido, ni fácil, ni como yo había pensado. He tenido que superar algunas barreras. Ahora os cuento.
Y es que a menudo establecemos demasiadas condiciones en lo que hacemos. Damos, pero esperamos algo a cambio. Y si no lo recibimos nos sentimos defraudados o decepcionados. A mí la vida me ha demostrado que si das recibes, pero tanto lo bueno como lo malo. Y yo no puedo decir que sea una ley universal, que funcione a todo el mundo, pero a mí hasta el momento me ha funcionado.
Yo tengo un amigo que tiene una web donde durante años ha dedicado horas y horas a crear contenidos mediante los que aporta mucho valor. En cuanto sacó un producto de pago, apenas nadie le compró y entonces me dijo “María, es que la gente es una desagradecida”. Y es que tendemos a eso, a esperar o condicionar la respuesta de los demás a lo que necesitamos. Y eso creo que no sucede así.
Mis principales errores
Te voy a explicar lo que me pasó a mí, por ejemplo, con el mi primer producto, el 12S Focus Action Planner. Este producto, como sabes, es una reedición del Planificador del Cambio. Más de 3.500 personas se descargaron de forma gratuita este planificador. Y recibí mensajes súper positivos, en los que me decíais que era una herramienta buenísima, que os ayudaba un montón.
Entonces, yo pensé “Pues si realmente es tan útil y le gusta tanto a la gente, puedo crear un producto mejorado a partir de este y venderlo”. Me encerré durante meses, invertí más de 1.500 € en el diseño, registro de marca y las primeras unidades. Además, de más de 200 horas de trabajo directamente a crearlo y mejorarlo. Comuniqué el lanzamiento a mi comunidad y se apuntaron a la lista de espera unas de 169 personas. ¿Sabes cuántas personas me compraron de estas 169 en el lanzamiento? Solo 37. Y es que yo podía pensar, ¡qué comunidad más desagradecida tengo! ¡Yo, que he dedicado más de 350 horas a crear contenido gratuito a través del podcast! Y de todas estas miles de personas, tan solo 37 han confiado en mi producto.
Pero es que la ley del dar y recibir no funciona así. Hablo siempre desde mi experiencia. Por eso, yo en ningún momento me permití pensar así, sino que dije “¿Qué he hecho mal?” “Qué podría haber hecho mejor?”
1. Limitar mi producto a España.
Y me di cuenta de que había cometido muchos errores. Uno de ellos, lanzar un producto limitado a España cuando tengo una comunidad tan grande fuera de mi país. El hecho de que sea un producto solo en formato físico me ha limitado un montón.
2. El miedo a cobrar.
El segundo, no haber confiado en el producto desde el principio. No tener la seguridad para convertirlo en un producto de pago ya desde el inicio. Porque en aquel momento yo tenía un límite mental que me impedía cobrar. Yo me sentía muy cómoda en este papel de persona generosa que entrega valor a cambio de nada, pero en el momento de cobrar yo no me sentía segura. Y eso se trasladó a este producto.
Os voy a contar una anécdota para que lo veáis claro. Cuando di la charla en Pontevedra, yo ya tenía el planificador desarrollado y varias copias impresas. Y, de hecho, en esa charla lo presenté. Y a la gente le interesó un montón. Pero no era capaz de ponerle precio. No me sentía cómoda cobrando, hasta tal punto que varias personas se acercaron a mí para comprármelo y les dije que no se lo vendía porque no tenía un precio definido. E incluso a alguno de ellos se lo regalé. ¡Y es que me daba miedo cobrarles, no me sentía cómoda poniendo un precio a mi trabajo! Sí, sentir el rechazo… Hasta ese punto ha llegado mi barrera mental.
Os voy a contar una anécdota para que lo veáis claro. Cuando di la charla en Pontevedra, yo ya tenía el planificador desarrollado y varias copias impresas. Y, de hecho, en esa charla lo presenté. Y a la gente le interesó un montón. Pero no era capaz de ponerle precio. No me sentía cómoda cobrando, hasta tal punto que varias personas se acercaron a mí para comprármelo y les dije que no se lo vendía porque no tenía un precio definido. E incluso a alguno de ellos se lo regalé. ¡Y es que me daba miedo cobrarles, no me sentía cómoda poniendo un precio a mi trabajo! Sí, sentir el rechazo… Hasta ese punto ha llegado mi barrera mental.
¿Y crees que esta barrera mental no influyó en mi lanzamiento? ¡Claro que sí! Eso se percibe, lo transmites.
¿Cómo rompí la barrera que me estaba frenando y cómo afectó a mis resultados?
Entonces, volví a trabajar con Álvaro López, mi mentor. Le comenté este problema que tenía. Y me ayudó a darle la vuelta. “Si quieres ayudar a la gente de verdad, si quieres provocar una verdadera transformación en las personas, tienes que cobrarles.” Y, entonces pensé en mi, en quiénes habían sido las personas que más me habían ayudado en este camino, que me habían impulsado de verdad…y eran personas a las que le había pagado y no poco dinero.
¿Los productos gratuitos habían provocado una verdadera transformación en mí? No. DE hecho, la verdadera transformación había venido trabajando directamente con personas que me habían ayudado. Y, entonces, decidí hacer lo mismo. Y creé mi primer programa de mentoría grupal con un límite de plazas, un pequeño grupo.
Y el resultado está siendo muy bueno. Estoy encantada con mi grupo de impulsores, que son unos luchadores y luchadoras y que juntos estamos llevando sus proyectos y su vida a otro nivel. Ya os contaré porque muchos de ellos tienen grandes resultados.
Y este cambio de mentalidad ha sido decisivo en dar un vuelco a mi negocio. De hecho, ha sido decisivo pensar que lo que yo tengo no es un proyecto, sino un negocio.
Y esto lo he llevado también a las empresas con las que estoy trabajando como consultora de marketing. Decidí valorarme y cobrar en relación al valor real que estoy aportando, y según los resultados que aporto a esas empresas. Y los resultados a nivel económico han llegado, de una forma totalmente inesperada para mí.
¿Cuáles son los resultados después de un año, te estarás preguntando?
50 episodios de podcast, más de 350 horas de creación de contenido, más de 300.000 descargas, un grupo de facebook con más de 1.500 personas, más de 4.000 suscriptores a mi web mariajosoto.com
Pero, sobre todo, me quedo con la gente que he conocido en este camino. Algunos que os habéis tomado la molestia de escribirme un email o un comentario para decirme lo mucho que os ayudan mis podcast, algunos que habéis respondido a mis tips semanales y habéis hecho que no me sintiese tan sola y otros como, por ejemplo, Pilar, Dolores o Maricarmen , que me siguen desde el principio y me han apoyado siempre.
Y es que lo que tuve claro desde el principio es que iba a ser auténtica, que iba a trasladar mis aprendizajes sin maquillaje, que iba a contar mi realidad y creo que esto es lo que me ha permitido conectar de verdad con tantos de vosotros. Porque nunca debemos olvidarnos que detrás de estas miles de escuchas hay personas con sus problemas y sus propias batallas.
Pero, sobre todo, gracias por demostrarme que estaba en lo cierto, que hay que confiar en las personas, que podemos hacer de este mundo un lugar mejor aportando cada uno nuestro pequeño grano de arena.
Y finalmente me gustaría acabar hablando de los resultados económicos. En diciembre di un paso importante y fue, como os decía, romper esa barrera de mis límites mentales respecto al dinero. Y en enero llegaron los resultados. Porque en el mes de enero, entre las ventas del 12S Focus Action Planner, mi programa de mentoría grupal y mis servicios como consultora de marketing logré una facturación de 6.844,20 €. Voy ser sincera. Nuca en mi vida había conseguido ganar tanto dinero en un mes, ni siquiera la mitad de este importe.
La sensación ha sido de que, al fin, estoy recogiendo los frutos de tanto trabajo durante el último año y , sobre todo, que lo consigo creando ese estilo de vida que me he propuesto. Y esto me hace sentir pletórica.
Y fíjate que no es por mí, sino pensando en que hace un año yo tuve un sueño, que decidí comprometerme con ese sueño, que no me rendí, que seguí porque tenía el propósito de demostrarme y demostraros que era posible, en contra de lo que dice mucha gente.
Me arriesgué a contarlo en directo porque yo quería que comprobaseis que si una mujer de 40 años con 2 hijos puede conseguir un sueño, cualquiera de vosotros podríais. Y esto me hace sentir que estoy cerca, de hecho, siento que lo he logrado, que puedo mantener un estilo de vida que me permite trabajar en lo que me gusta y con libertad de horarios.
Así que, si miro hacia atrás, si pienso en todo lo que me propuse hace un año y lo que he logrado, puedo deciros que he conseguido construir el mejor año de mi vida o, al menos, los cimientos para crear ese estilo de vida libre con el que soñé durante tantos años.
Te mentiría si te dijese que ha sido el año más fácil, en el que más disfruté pero sí ha sido el año en el que más he crecido.
¿Ha sido fácil? No, la verdad, es que no ha sido un camino de rosas ¿Mi vida es perfecta? No, por supuesto que no lo es. De hecho, en este proceso he visto desequilibrarse áreas de mi vida como la salud. Ahora toca aprender y aplicar cambios necesarios porque esto sigue en construcción ¿He tenido que hacer cosas que no me apetecía? Muchas veces sí, me ha tocado pasar malos tragos incluso ¿He cometido errores? Sí, muchos y he tenido que aceptar que forma parte del proceso ¿Ha valido la pena? Sin duda, sí, porque creo que lo mejor está por llegar, siento que esto solo ha sido un pequeño paso en mi vida, pero que paso a paso estoy consiguiendo impulsar mi vida. Me encantaría que este camino también esté sirviendo de alguna manera a ayudarte a que tú impulses tu vida, porque si de algo estoy convencida es que si yo puedo tú también puedes.
Paula Rivera Lamata
Aunque el trabajo, los viajes y nuestras andanzas de emprendedoras se han confabulado para que escuche este episodio un tanto tarde no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitarte.
¡Felicidades por este año de crecimiento, de aprendizajes!
Y sobretodo quiero darte las GRACIAS.
Por compartir tu maravilloso podcast y por estar en mi vida.
¡Para mi eres uno de los grandes regalos de 2018!
Estoy segura de que 2019 estará lleno de éxitos, crecimiento, experiencias y aprendizajes.
¡Y ya no te digo 2020!
Un abrazo siempre.
Paula
María José Soto
Muchas gracias, Paula por tu generosidad. ¡Vamos a por este año de crecimiento!