Estamos en la semana del black friday o viernes negro. Me imagino que ya sabes que es una tradición americana que consiste en una bajada de precios en los principales comercios. Es una costumbre que se ha implantado en casi todo el mundo, pero esta semana se celebra también en Estados Unidos el Día de Acción de Gracias, un día en el que se juntan las familias, los seres queridos con el objetivo de dar las gracias por lo todo lo bueno que les ha regalado la vida.
Y me ha parecido una buena ocasión para hablar de la gratitud como hábito porque está bien juntarse un día para dar gracias a la vida y celebrarlo ¡Claro que sí! Pero créeme que es mucho más beneficioso ir un paso más allá e incorporar la gratitud como un hábito diario. Así que, hoy te voy a explicar cómo yo he incorporado este hábito a mi vida y los beneficios que me ha traído.
Si quieres impulsar tu vida, si quieres atraer la prosperidad a tu vida en cada uno de las áreas, lo primero que debes hacer es agradecer lo que ya tienes. Este es realmente un hábito impulsor. ¡Acompáñame y lo descubrirás! ¡Vamos allá!
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La gratitud como hábito
La gratitud es uno de los sentimientos con un mayor poder para atraer la abundancia y bienestar a nuestra vida. La gratitud está directamente relacionada con la felicidad. Cuando nos sentimos agradecidos valoramos lo que tenemos, disfrutamos nuestros logros y nos sentimos llenos de energía.
Y es que todos en nuestra vida hemos experimentado el poder de este sentimiento: cuando aprobamos ese examen que pensamos que habíamos suspendido, cuando casualmente encontramos un billete en la calle, cuando nos regalan exactamente lo que queríamos, o incluso cuando nos dan el resultado de una prueba médica y ha salido todo bien.
Seguro que hay numerosas ocasiones en las que has sentido este tipo de agradecimiento. Este es un tipo de agradecimiento condicional, es decir, consiste en sentirte bien cuando todo sale como tú quieres o como habías planeado. La cuestión es que pocas veces se dan este tipo de circunstancias, por lo que el agradecimiento condicional se convierte en un sentimiento huidizo y poco duradero.
De lo que te quiero hablar hoy en este episodio es del agradecimiento incondicional. De sentirnos agradecidos sin que haya sucedido nada concreto, de estar agradecidos por lo que tenemos y por lo que vendrá. Y , sobre todo, de cómo podemos convertir este sentimiento en un hábito y en una actitud ante la vida.
Todos tenemos motivos para dar las gracias cada día.
Yo me he dado cuenta de que cada día en el que no ocurre algo realmente malo en nuestra vida es un día en el que deberíamos llenarnos de gratitud y hacerlo de manera sincera.
La cuestión es que vamos tan acelerados por la vida que no disponemos de tiempo para valorar realmente lo que tenemos. O es posible que tal vez nos hayamos vuelto demasiado exigentes con la vida.
Seré feliz cuando tenga un trabajo estable, cuando tenga hijos, cuando me pueda independizar…Ponemos demasiadas condiciones para sentir gratitud y esto se ha convertido en una enorme barrera a nuestra felicidad.
Por eso, la gratitud no es un sentimiento muy presente en nuestras vidas.
Damos por supuesto que deberíamos tener salud hasta que nos falta, que debemos tener agua caliente hasta que nos falta y así nos pasa con casi todas las circunstancias de nuestra vida cotidiana.
Y el secreto de la felicidad está en gran medida en la gratitud.
Mi relación con la gratitud
Yo he sido una niña feliz, con una familia maravillosa, con mis padres mi hermano, muchos primos, mis abuelos… Me sentía agradecida de esos momentos que pasaba en mi pueblo corriendo por el bosque y bañándome en el río, disfrutaba de esos pequeños momentos que para mi eran maravillosos. Si te relacionas con niños lo verás, para ellos cualquier pequeño detalle es un mundo de ilusión, disfrutan mucho de las pequeñas cosas de cada pequeño detalle.
Pero a medida que fui creciendo me volví más exigente. Si aprobaba con un ocho pensaba que debería haber sacado el nueve, si iba a una competición y quedaba la segunda pensaba que debería haber quedado la primera… Y esto me impedía disfrutar de lo que tenía.
Hasta que se juntaron varias circunstancias en mi vida que me hicieron entrar en una crisis de ansiedad. Con 23 años mis padres se separaron. A la vez que se desmontaba mi idea de la familia ideal, me tenía que enfrentar al mundo laboral, un terreno desconocido para mí, ya que tenía que abandonar ese papel de buena estudiante que me había acompañado toda la vida…
Como te decía, la suma de todo esto y sobre todo de mi nivel de auto exigencia me llevó a una crisis de ansiedad.
De repente, todo se volvió negro para mí. Hasta que di con una persona, un médico que me explicó que no tenía el enfoque correcto en la vida: para mí los logros eran obligaciones y los errores eran verdaderas catástrofes.
Ese nivel de auto-exigencia me había impedido disfrutar y valorar todas las cosas buenas que yo tenía en mi vida.
Ese fue el primer aviso que me dio la vida, pero no fue el más duro.
Hace 9 años viví una situación muy dura en mi vida, una situación que puso patas arriba mi vida por completo.
Una situación que me enseñó el verdadero significado de la palabra dolor, pero que me dejó una lección muy poderosa: la de sentirse agradecido por todas las cosas que tenemos en la vida, la de valorar todo lo bueno y la de minimizar las circunstancias que realmente nos hagan sentir mal.
La vida estuvo a punto de quitarme una de las personas que más quiero en el mundo, uno de mis pilares: mi madre.
Pero la vida me ha dado una segunda oportunidad y desde ese día decidí que voy a aprovecharla, decidí que nunca más iba a enfocarme en lo que no tenía, sino a valorar todo lo bueno que tenía en mi vida. Desde ese día me convertí en una persona más feliz, Por eso, el agradecimiento se ha convertido en una actitud fundamental en mi vida.
El poder de la gratitud
¿Por qué resulta tan poderosa la gratitud?
Las personas que enfocan la vida con un sentido de gratitud tiene el poder de ver lo maravilloso que hay en la propia vida.
Son personas que disfrutan de lo que tienen, de lo que hacen y por supuesto celebran cualquier pequeño retos conseguidos.
Al contrario que hacía yo, celebran los logros y minimizan los errores porque si eres agradecido cuando las cosas no marchan como te gustaría, aprendes, buscas un nuevo enfoque y tiras para adelante.
Yo te hablaba de las circunstancias que me han hecho ver la vida de otra manera, desde la perspectiva del agradecimiento.
Pero es cierto que tendemos a olvidarnos de esos momentos y volvemos a entrar en la rueda de la vida cotidiana y ese sentimiento de agradecimiento se va mermando hasta llegar incluso a desaparecer.
Por eso, es necesario convertir la gratitud en un hábito diario, al igual que hacemos con otro tipo de hábitos que nos ayudan a sentirnos mejor.
Si haces este ejercicio cada día notarás los increíbles beneficios.
Beneficios de la gratitud
Disfrutar y valorar los pequeños éxitos.
Y esto te va a dar más motivación para seguir. Piénsalo: si no eres capaz de valorar y agradecer lo que has logrado ¿cómo vas a encontrar la motivación para seguir?
Vas a tener una mentalidad abundante y a atraer cosas buenas a tu vida.
Si empiezas a valorar todo lo que te da la vida, empezarás a generar una energía que te ayudará a atraer más de esas cosas buenas y positivas a tu vida.
Fortalecerás tu autoestima.
Ser agradecido te ayudará a desarrollar la confianza y la seguridad en ti mismo. Te ayudará a sentir que realmente mereces llenar tu vida de personas y experiencias positivas.
Ejercicio de conciencia y de vivir en el presente.
Ser agradecido te conecta con la vida, te ayuda vivir en el presente y a disfrutar del mundo desde una perspectiva que muchos desconoces.
En general, te ayuda a eliminar de tu vida sentimientos como la insatisfacción y la exigencia, ya que eres capaz de valorar lo que ya tienes.
Enfoque positivo y sentimiento de felicidad.
Cuando te sientes agradecido eliminas cualquier pensamiento negativo de tu cabeza. No es posible sentirse agradecido y enfadado o frustrado. Son sentimientos incompatibles.
Si trabajas el agradecimiento cada día, si consigues adquirir este hábito acabarás convirtiéndote en una persona positiva, de esas que ven el lado medio lleno porque serás capaz de valorar las pequeñas cosas de la vida.
Cuando eres una persona agradecida tu mente se enfoca en lo que tienes y no en lo que te falta. Y este pequeño cambio te convierte en una persona mucho más feliz.
¿Cómo convertir el agradecimiento en un hábito diario?
Yo me di cuenta de que cuando me sentía agradecida por la vida experimentaba todos estos beneficios, me sentía mejor, era más positiva, mejoraba mi relación con los demás, encontraba cada día motivos por los que estar feliz y, además, atraía mejores cosas a mi vida.
La cuestión es que el agradecimiento en cierta medida hay que trabajarlo, no se trata de forzar este sentimiento pero sí desarrollar un ritual de agradecimiento.
Hay distintas formas de hacerlo. Te voy a dejar algunas para que puedas ver cuál se adapta mejor a ti y puedas aplicarla si decides incorporar este hábito a tu vida.
Antes de hacerlo, simplemente unos consejos. No fuerces el sentirte agradecido. Si no te sientes agradecido por algo, aunque supuestamente deberías estarlo no lo fuerces. Busca esas cosas o circunstancias que realmente te hacen sentir bien.
Enfoca cada nuevo día como una oportunidad.
Empieza el día pensando que eres alguien afortunado, que dispones de un nuevo día para vivir la vida que te propongas.
Escribe un diario de agradecimiento.
Se trata de dedicar unos 5 minutos al día a repasar todas las cosas buenas que tienes en tu vida.
Piensa en las cosas que tienes y agradece tenerlas.
La vida trae aquello en lo que fijas tu atención.
Este es un hábito que he incorporado a mi rutina de mañana desde hace años.
Cada día dedico varios minutos a enfocarme en las personas maravillosas que me rodean, en pequeños detalles como el sabor de ese café, la sonrisa de mis hijos al despertarse y eso me llena de felicidad.
Créeme es uno de esos ejercicios que te condicionan para tener un día maravilloso.
Para hacerlo yo uso mi 12S Focus Action Planner. En él he incluido un ejercicio diario que consiste en enfocarse en 3 motivos por los que te sientes agradecido. Cuando lo hagas no escribas sin más, siente realmente ese agradecimiento, búscalo en lo más profundo de ti. Si lo haces te predispones a tener un gran día porque comenzarás con la mejor de las actitudes.
Agradece 3 cosas buenas que te han pasado a lo largo del día
Otra forma de hacerlo sería al acostarte pensar en todas las cosas buenas que te han pasado a lo largo del día.
Truco para practicar el agradecimiento
Si a pesar de practicar estos rituales de agradecimiento no consigues mantener ese enfoque a lo largo del día, si te sorprendes sintiéndote frustrado, agobiado o incluso con una actitud pesimista te voy a compartir un truco que Dean Graziosi comparte en su libro Millionaire Success Habits para romper ese patrón de comportamiento y volver a la gratitud.
Se trata de crear una alarma con un mensaje en tu teléfono tres veces en tres momentos distintos del día.
Así pues, por ejemplo, a las a las 10 de la mañana suena la alarma y aparece un mensaje que nos dice “es momento de ser optimista entusiasta y cariñoso”, a las 3 de la tarde vuelve a sonar y dice “eres capaz de conseguir lo que te propones” y otra vez a las 8 cuando ya estás con la familia vuelve a sonar la alarma con un mensaje “por qué te sientes agradecido”.
Si aplicas este truco vas a conseguir enfocarte en esas cosas buenas que tiene tu vida.
Cada uno de estos recordatorios harán por un segundo que rompas un patrón mental. Si estabas enfadado porque algo no salía como quieres te hará cambiar ese enfoque, en general, te ayudará a situarte en un estado mental mucho más positivo.
Yo para este tipo de cosas utilizo una app en el móvil que se llama “recordatorios por notificación”.
Marcas los días y las horas en los que quieres añadir notificaciones y puedes añadir un mensaje. Pon el que tu quieras, la idea es tratar de romper un patrón de pensamiento negativo y transformarlo en algo potenciador.
Busca la manera, tu manera de incorporar el agradecimiento a tu vida.
Yo te propongo, por ejemplo, que cada día durante esta semana hagas alguno de estos ejercicios, que empieces un diario de agradecimiento, que hagas una lista de todas las cosas por las que te sientes agradecido y la leas cada día, busca tu manera, pero hazlo, los beneficios son muchos.
Si necesitas inspirarte, te recomiendo un libro llamado “El Diario de la gratitud” en el que la autora, Janice Kaplan cuenta cómo una Nochevieja decidió que quería cambiar su actitud acerca de la vida.
Ese nuevo año se propuso dos objetivos: escribir un diario dando las gracias al menos por una cosa al día, e investigar los efectos de la gratitud en su vida y en la de los demás. Lo hizo y compartió los resultados en este libro.
Hoy, como no, quiero acabar este episodio dándote la gracias, gracias por estar ahí cada día, episodio tras episodio, acompañándome y apoyándome.
Y apara hacerlo, además de con estas palabras, me gustaría que celebremos la “Semana de la gratitud”.
Y la mejor manera de hacerlo, para mí es facilitándote que puedas acceder al método que me ayudó a cambiar mi vida, el método que me acerca cada día a la vida de mis sueños, el método que he he venido aplicando los últimos meses para salir de un pozo en el que reinaba la falta de claridad y la inacción.
Es el método que me ha permitido enfocar mi vida y tomar acción constante.
Es el método que he incorporado en mi 12S Focus Action Planner.
Durante esta semana te voy a ofrecer un descuento del 30% con el código GRACIAS18.
Sí podrás comprar el 12S Focus Action Planner por solo 23 € con el Iva y el envío incluidos. Solo hasta el domingo.
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Pedro Aguirre
Si el parteaguas fue la sobreviviencia de su mami y eso la hizo cambiar, no es lo mismo que una gratitud condicionada convertida en hábito? En caso contrario considera usted que estaría en el mismo canal que ahora se halla?
María José Soto
Nunca creo que pueda responder a esta pregunta, Pedro. No sé cómo hubiese sido mi vida si todo hubiese ocurrido de otra manera. Hay cosas que suceden en la vida por las que realmente cuesta sentir agradecimiento, es verdad. Lo que yo sé es que incluso cuando mi madre estaba muy grave, cuando todo iba fatal, me sentí agradecida de tener un sistema sanitario como el que tenemos aquí en España. Y creo que (salvo que te ocurra una verdadera desgracia) existen muchas cosas por las que puedes sentirte agradecido en tu vida. Y eso no es gratitud condicionada. Eso es verdadera gratitud.