El año pasado fue el primero en que decidí adoptar el hábito de las 3 palabras. En este episodio te explico en qué consiste este hábito, cómo me ha ayudado a transformar mi vida y como puede hacer lo mismo con la tuya.
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Hoy te traigo uno de esos tips rápidos, fáciles de aplicar, pero a la vez súper efectivos. Me encantan este tipo de trucos: efectivos a la vez que sencillos. Se trata de el hábito de las 3 palabras.
Índice de contenidos
¿En qué consiste el hábito de las 3 palabras?
Yo descubrí este hábito gracias a Isra García. Es un hábito que él aprendió de la mano de Chris Brogan y que viene aplicando desde el año 2010.
Chris se dio cuenta de que año tras año marcaba propósitos de año nuevo, pero a partir del sexto o séptimo día del año ya se había olvidado de ellos. Así que, en 2006 decidió cambiar este hábito por el de las 3 palabras. Desde entonces, le ha funcionado tan bien que cada año comparte las 3 palabras que van a guiarle durante ese año.
Como te decía, es algo realmente sencillo. Se trata de elegir 3 palabras que harán de guía para definir y alcanzar tus objetivos a lo largo del año.
¿Cómo implantar este hábito?
Lo ideal es elegir esas 3 palabras en los últimos días del año que termina, después de hacer balance de todo lo ocurrido durante ese año y escribirlas antes de definir tus objetivos anuales.
Elige esas 3 palabras sobre las que quieras enfocar ese año. Piensa en ellas como si se tratasen de un faro que ayuda a un barco en los días de tormenta. Elige esas 3 palabras con el objetivo de impulsar y mejorar tu vida a lo largo de ese año.
A partir de estas 3 palabras construirás todos tus proyectos, tus metas y definirás tus planes de acción.
Escríbelas y ponlas en un lugar visible para revisarlas cada día. En mi caso, yo las escribí al principio de mi agenda y cada día, antes de revisar mis tareas las leía. Es importante que lo hagas diariamente para mantenerte enfocado y que las utilices como una guía que te ayuda a tomar decisiones.
¿Por qué 3 palabras?
Según explica Chris Brogan, elegir tres palabras nos permite hacer una triangulación perfecta. Así tendrán sentido tanto juntas como por separado. Mientras que si elegimos una sola no tendrá demasiada fuerza y si lo hacemos con 5 nos dispersaría.
¿Cómo elegir las 3 palabras?
Las 3 palabras que elijas deben ser tu guía a lo largo del año. Es importante, por tanto, elegir palabras que tengan suficiente significado como para alinear tus planes y tus acciones con ellas. Deben ser lo suficientemente profundas para acompañarte a lo largo del año en la toma de decisiones. Evita las palabras muy genéricas y vacías de contenido.
Por ejemplo, si tu objetivo es adelgazar y te has propuesto ser más constante con tu ejercicio, directamente puedes elegir “ejercicio” o “constancia”.
O si, por ejemplo, durante este año te has propuesto que es el año en el que vas a tomar acción de una vez por todas, pues directamente pones “acción”.
¿Cuáles fueron mis 3 palabras para el 2017?
El año 2017 fue el año en el que asumí conmigo el compromiso de que iba a ser un año que marcase para mí un punto y aparte. Así que, por primera vez, hice el ejercicio de definir mis 3 palabras que marcarían mi camino:
1. Propósito
Quería empezar a vivir de manera consciente, sin dejarme arrastrar por los demás ni por las circunstancias.
Decidí marcarme un objetivo, trazar una ruta y seguirla de manera consciente. De esta manera, tendría claro cuál era mi objetivo y cuál era el camino que debía seguir cada día para lograrlo.
2. Minimalismo.
Decidí eliminar lo superfluo de mi vida para disfrutar de lo que de verdad me importa. Definí mis prioridades en mi vida y actué en función de ellas. De esta manera, lo apliqué a mi productividad para centrarme en lo importante, en lo que iba a marcar la diferencia en mi vida. El objetivo era liberar mi tiempo dinero y energía para centrarme en lo que verdaderamente tenía sentido para mí.
3. Kaizen (Mejora continua)
No era necesario hacer grandes cambios o transformaciones, sino que se trataba de avanzar cada día un poco. Me aseguré de avanzar cada día un paso, lenta pero segura y, sobre todo, de manera constante.
A partir de estas tres palabras definí mis objetivos para 2017. Marqué objetivos trimestrales sobre mis rutinas y hábitos y sobre cada una de las áreas de mi vida.
Cada vez que debía tomar una decisión volvía a mis tres palabras y comprobaba si se alineaban con ellas. Si no era así, normalmente las desechaba.
¿En qué me ha ayudado hacer este ejercicio?
- Estar más enfocada en mis objetivos.
- Actuar de manera consciente. Empecé a hacer las cosas con mucho más control, sabiendo que las hacía por un motivo y aprendí a decir no a todo aquello que no encajaba con mis objetivos.
¿Cuáles son mis palabras para el 2018?
1.Acción.
Este año es el año de hacer cosas, de tomar acción de atreverme a dar pasos que hasta ahora había pospuesto.
2. Compromiso.
Estoy totalmente comprometida con mi proyecto y con crear un nuevo estilo de vida.
3. Cambio.
Se trata de llevar a cabo un cambio inteligente, meditado y que me acerque a ese estilo de vida libre que me he marcado.
Ya sé que estamos en el mes de abril, pero acabamos de iniciar un nuevo año. ¿Te acuerdas? Nuestro año de 12 semanas. Así que, tal vez este ejercicio te ayude a estar más enfocado durante tu reto de 12 semanas.
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