¿Cuántas veces has deseado un cambio en tu vida? A menudo pedimos el cambio en nuestra vida. Nos gustaría cambiar de trabajo, cambiar de hábitos, cambiar nuestro entorno, de pareja, de amigos, iniciar nuestro propio proyecto…
Deseamos ese cambio, pero a la vez nos da miedo enfrentarnos a lo nuevo. Al fin y al cabo “más vale malo conocido que bueno por conocer ¿no?
Por eso nos cuesta tanto cambiar. Porque preferimos la certidumbre de algo que no nos gusta a la incertidumbre llena de posibilidades. No saber cómo va a ser nuestra vida mañana nos provoca más estrés que enfrentarnos a una vida que no nos satisface.
La cuestión es que a veces es la propia vida la que nos fuerza a cambiar. Son momentos en los que, la realidad exterior te impone ese cambio que transformará tu vida. Puede ser un divorcio, una enfermedad, la muerte de un ser querido, un despido…
Todos experimentamos cambios importantes en la vida en un momento u otro. Estos grandes momentos de cambio a menudo conllevan una gran crisis, una gran transformación. Yo misma me he sentido totalmente perdida y confundida en esos momentos de cambios importantes en mi vida. Comprender que se trata de un ciclo con sus fases me ha ayudado a vivirlo de una forma más serena, sin estrés. Por eso, si te encuentras o has encontrado en un proceso de cambio, en este episodio te explico cuáles son las 4 fases que debes atravesar para transformar o reinventar tu vida.
El cambio a menudo nos hace sufrir. El cambio genera incertidumbre y no saber qué va a pasar nos da miedo. Por eso, el cambio muchas veces no es bienvenido, especialmente porque a menudo se presenta cuando menos te lo esperas.
No obstante, como decía Heráclito «El cambio es la única constante en la vida». Una de las mejores maneras de entender el «cambio» en nuestras vidas es verlo en el contexto de la naturaleza. Ya sea el cambio de estaciones o la metamorfosis que experimentan insectos como las mariposas, el mundo natural tiene mucho que enseñarnos sobre los procesos de cambio y cómo aceptar su flujo.
Martha Beck, en su libro “Encuentre su propia estrella Polar”, explica esos grandes procesos de cambio utilizando como metáfora el proceso de metamorfosis que experimenta una oruga que se transforma en mariposa .
La realidad es que todos experimentamos varias metamorfosis a lo largo de nuestras vidas, entendidas como cambios tan profundos que implican asumir una nueva identidad. Sucede cuando pasamos de ser un bebé a un niño y después de adolescente a adulto; estas son etapas que todos reconocemos como parte de nuestro ciclo de vida.
Pero incluso siendo adultos nuestra identidad sigue sin ser permanente. Pueden ser grandes cambios como cambiar de estado civil, convertirnos en padres, conseguir o perder un trabajo, enfermarnos… o cambios menores, pero siempre que queremos cambiar de vida de alguna u otra manera debemos cambiar de identidad.
Es lo que Martha Beck denomina metamorfosis humana. Este es un proceso común y necesario en cualquier gran transformación y, en general, implica un gran estrés emocional y suele ser bastante duro.
Comprender los procesos nos ayuda a llevarlos mucho mejor. Creo que estamos en un momento donde la realidad exterior nos invita al cambio, se están y van a producirse cambios importantes en la sociedad y estos cambios es probable que te afecten personalmente. Afrontar estos cambios para muchos supondrá abandonar una antigua identidad y realizar una metamorfosis más o menos profunda. Y esto en ocasiones puede ser duro.
Por eso, hoy he querido acercarte este planteamiento de Martha Beck en el que define las distintas etapas que atravesamos durante un proceso de transformación y cómo actuar en cada una de ellas para afrontar este cambio de manera más sencilla e incluso disfrutarlo.
Índice de contenidos
Las 4 fases de una gran transformación o metamorfosis
FASE 1: Muerte y Renacimiento.
En esta fase del cambio, literalmente nos disolvemos. Algo «muere» en nosotros y para que nuestra vida avance debemos experimentar un «renacer» .
Durante esta fase, nos vamos despojando de nuestra vieja identidad o al menos de los aspectos de esa identidad que ya no nos resultan útiles para afrontar una nueva etapa en la vida.
Esta es tal vez la etapa más difícil porque sentimos como nos diluimos, perdemos esa identidad que nos ha acompañado durante años y, en cierta medida, nos sentimos confundidos.
A menudo luchamos contra esta pérdida de identidad pensando “esto es algo temporal. Todo volverá a ser como antes”
A veces esto es cierto. Pero en ocasiones la metamorfosis es real, ha comenzado y ya no la podemos frenar. En esos momentos sentimos que nuestro mundo se desmorona, que lo estamos perdiendo todo.
Cuando se trata de un cambio muy profundo, cuando es una verdadera transformación podemos incluso llegar a sentirlo como una muerte, porque en cierta manera lo es, es la desaparición de la persona que has sido hasta este momento.
¿Qué nos recomienda hacer durante esta etapa Martha Beck para afrontarla de la mejor manera?
En este etapa de disolución podemos sufrir, luchar contra nuestros sentimientos, tratar de recuperar esa vida que hemos perdido o saltar inmediatamente hacia una nueva etapa sin pasar todo el proceso. Es lo que sucede, por ejemplo, con una relación de rebote.
Hacerlo de cualquiera de estas maneras simplemente prolongan esta fase y la hacen más dolorosa. Según Martha Beck, hay una serie de estrategias que funcionan mejor:
- Trata de centrarte en el momento presente, sin dejarte llevar por la añoranza del pasado o los temores hacia el futuro. Si no eres capaz de mantener este estado de forma constante trata de crear períodos de 10 minutos donde lo hagas de forma intencional.
- Mímate. Haz esas cosas que te hacen sentir bien: un baño relajante, una taza de té o de café, escucha la música que te gusta. Concédete esos momentos de pequeños placeres
- Busca ayuda en personas que hayan sufrido un poceso similar al que estás atravesando tú mismo. A veces incluso es positivo recurrir a terapia.
- Permítete sentir dolor y llorar.
Bastante pasivo ¿No te parece? Y es que la disolución no es algo que haces; es algo que te pasa. Lo mejor que puedes hacer es relajarte y, sobre todo, confiar en el proceso.
FASE 2: Sueño y planificación.
El cambio de la primera a la segunda etapa lo marca el momento en el que se enciende una luz de esperanza, cuando empiezas a ver las posibilidades y a soñar con todo lo que vendrá.
Comienzas a imaginar lo que quieres hacer a continuación y soñar con quién quieres llegar a ser. Te empiezas a sentir cómodo con tu nueva identidad hasta que poco a poco te vas a encontrar preparado para pasar a la acción, pero todavía no toca en etapa. En esta etapa toca soñar y planificar.
A veces en esta etapa experimentas incluso un impulso para cambiar exteriormente o tu entorno, un nuevo peinada o ropa diferente e incluso reorganizar tu casa. De alguna manera, necesitas hacer visible exteriormente el cambio interior que has experimentado.
¿Qué hacer en esta segunda etapa?
Esta es la etapa de soñar y de aclarar tus ideas. Algo que te podría ayudar para hacerlo es crear tu mapa de sueños, tal y como te explico en el episodio 37 del podcast o crear una lista de sueños en el episodio 36.
Una vez que tengas tu mapa o tu lista de sueños, o ambas, lo que debes hacer es tratar de conectar mentalmente con esa vida o esas experiencias que te gustaría lograr o incluso con esa persona que te gustaría llegar a ser.
Déjate soñar despierto. Piensa qué es lo que quieres, dedícale tiempo y poco a poco empezarás a sentir ganas de convertir esa visión en realidad. Cuando lo hagas trata de trazar un plan con todos los pasos que debes dar para lograrlo.
FASE 3: La saga del héroe.
Cumplir sueños requiere mucho más que soñarlos, requieren de acción. Y en esta tercera etapa en donde, al fin, sucede la acción.
En esta etapa comenzamos a ejecutar el plan que habíamos diseñado en la fase 3 para alcanzar la vida con la que soñamos. A veces somos capaces de poner en práctica este plan sin apenas esfuerzo, mientras que en ocasiones este paso se resiste.
Es habitual que nuestro plan requiera correcciones a medida que lo vamos ejecutando, pues a menudo, las cosas no salen cómo habíamos previsto. La fórmula de ensayo error forma parte de este proceso. No hay que desesperarse. Es una prueba que simplemente debemos pasar para llegar al otro lado, a esa vida con la que hemos soñado.
Sin duda, esta es la fase de implementación. Es la fase en la que cuenta lo que hacemos cada día, la fase en la que se establecen las rutinas diarias. Es la etapa en la que decides empezar a hacer deporte, en la que te decides a iniciar ese proyecto, en la que decides hacer llamadas para conseguir una entrevista para ese trabajo…
Esta es la etapa en la que te sientes motivado para hacer realidad ese cambio, para construir esa nueva vida. Tomas acción ¿Y sabes qué pasa habitualmente? Que lo intentas y fracasas.
Es algo que yo misma he experimentado una y otra vez… Y que lo veo también en los alumnos a los que mentorizo. Tener éxito en el primer intento no es lo más habitual, al contrario de lo que muchos piensan.
Reinventar tu vida va a hacer que te enfrentes a situaciones inesperadas. Se van a presentar obstáculos en el camino que a veces te harán dudar.
¿Cuál es la clave?
- Saber que existe una gran posibilidad de que las cosas no salgan como esperabas, al menos en el primer intento.
- Convierte los obstáculos en señales de que vas por el buen camino y deja de interpretar los fracasos como un motivo para dejar de intentarlo.
- Estar dispuesto a comenzar de nuevo. Si un plan falla, tal vez tengas que volver nuevamente a la fase 1, en la que nuevamente vas a estar perdido y confundido.
- Persistir. Esta creo que es la clave del éxito en cualquier proceso de cambio. Ajustar tus planes y mejorarlos hasta que funcionen.
A veces el camino no es ni bonito ni fácil. Al igual que el proceso mediante el que una oruga se transforma en mariposa, literalmente se disuelve en una especie de mucosa para poder sufrir esta metamorfosis. El proceso, como te decía, no siempre es bonito pero el resultado siempre el hermoso.
FASE 4: La tierra prometida
Durante la fase 4 se completa el ciclo de cambio. Durante esta etapa comienzas a vivir esa vida con la que habías soñado. A veces puedes quedarte durante meses o incluso años. En ocasiones, son días.
Esta fase es la recompensa a todo el proceso que has atravesado previamente. Tu nueva identidad está completa y te permite alcanzar un nuevo estado en tu vida. Te sientes pleno y realizado.
Ahora es el momento de enfocarse en la gratitud por todo lo que has logrado.
Trata de hacer pequeñas mejoras para poder disfrutar cada día de esa vida que has logrado alcanzar.
No es posible saber cuánto permaneceremos cada uno de nosotros en esta fase placentera, en la fase 4.
Lo cierto es que para todos nosotros hay un cambio que nos espera a la vuelta de una esquina. ¿Cuándo y cómo será? No es seguro.
La mayor seguridad que puedes tener y que puedes trabajar es aprender este proceso de saber afrontar cada una de las etapas del cambio de la mejor manera para sacar un mayor partido.
Este tipo de metamorfosis no siempre son impuestas por la realidad exterior.
Muchas veces somos nosotros mismos los que decidimos situarnos en la fase 1: queremos emprender un nuevo proyecto, cambiar de trabajo o ser papás o mamás, por ejemplo.
No obstante, la definición de quiénes somos cambia igualmente cuando tomamos un nuevo trabajo o nos convertimos en padres. Asumimos una nueva identidad, aunque sea elección propia. Y de alguna u otra manera atravesamos este ciclo.
En ocasiones no conseguimos completar el ciclo.
A veces algunas personas se quedan atrapadas en una de estas etapas.
Hay personas que sufren un revés en la vida y se quedan en la etapa 1, se diluyen, pierden esa identidad que tenían, pero no consiguen reinventarse, no consiguen recuperar la ilusión para crear una nueva realidad. También hay personas que se atascan en la etapa 2, sueñan con esa vida, pero nunca toman acción. Y los hay que toman acción, que pasan a la etapa 3 y no consiguen esos resultados que soñaban y abandonan antes de alcanzar la tierra prometida.
No todos los procesos de cambio son iguales.
Podemos ser nosotros los que busquemos o provoquemos ese cambio, puede ser un evento que percibimos como positivo, por ejemplo, que nos toque la lotería o que nos ofrezcan un mejor puesto de trabajo, pero también un evento catalizador más importante como una crisis de salud, la ruptura de relación de larga duración, una pérdida inesperada de trabajo o la muerte de alguien muy cercano. Ante estas circunstancias podemos sentirnos abatidos.
En este caso, parece que nos vamos a quedar atrapados en la fase 1. Estos procesos implican verdaderas metamorfosis, una verdadera transformación. Y una gran crisis puede significar un gran crecimiento … si lo dejamos.
Mi experiencia con el cambio
Tengo 42 años en este momento y he experimentado diferentes eventos catalizadores del cambio en mi vida.
He detestado el cambio, he tenido que enfrentarme a él sin quererlo. He sufrido mucho durante los procesos de cambio en mi vida, mucho.
He tenido que recurrir, incluso, a terapia en alguna ocasión para superar una de estas fases y no quedarme atascada. Conozco la sensación de que tu cielo se vuelva oscuro completamente, pero también sé que un día la luz aparece tenue al fondo y poco a poco empieza a dar color a tu vida.
Esos procesos de cambio son los que me han permitido ir creando una nueva identidad para crear otra realidad en mi vida, una vida que cada vez se va ajustando más a la vida que yo quiero.
A veces, esos cambios han sido impuestos, pero con el paso de los años he sido yo misma la que me he abrazado al cambio y he sido la promotora de algunos de estos eventos catalizadores.
Y es que si quieres crear una nueva realidad en tu vida debes abrazar el cambio, debes aceptar que hay fases en las que te vas a encontrar perdido en las que te diluyes y acabas no sabiendo ni quién eres ni por donde seguir… Pero esa fase se acaba y poco a poco llega la ilusión y empiezas a construir una nueva realidad. Y vale la pena, de verdad, enfrentarse a ese miedo al cambio.
Ya no entiendo una vida sin cambios, sin evolución, aunque en cada uno de estos procesos tenga que perderme para volver a encontrarme porque la experiencia me dice que detrás de ese cambio se esconden grandes oportunidades.
Recuerda que el cambio puede ser maravilloso si no dejas que las etapas más difíciles te atrapen. Y recuerda, sobre todo que el cambio es necesario si quieres seguir creciendo.
Estamos viviendo tiempos extraordinarios y me da la sensación de que esto solo es el principio de un gran cambio que está por venir. Creo que lo que estamos experimentando en este momento va a marcar un cambio para nosotros los seres humanos.
Exactamente cómo se verá este cambio, no tengo idea. Solo puedo esperar que cree más conciencia en las personas, que sepamos ver quienes somos realmente, que nos escuchemos, que recuperemos nuestro poder, que construyamos juntos una vida mejor para nosotros y los demás y sobre todo que nos abramos a dar y recibir la abundancia … y mucho más amor.
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